sábado, 12 de mayo de 2012

Es que somos iguales... comemos lo mismo

Quizás las miserias no son el mejor alimento para el alma
... pero a veces son las únicas que te mantienen el corazón vivo
.......... ............ .........

Porque las miserias de mi corazón son
de las que se alimenta mi vida.

Me codeo con la nostalgia
mi amiga es la melancolía
la pena mi bien amada
y la tristeza.... mi querida

el odio sigue siendo mi espada
el rencor... cual veneno en la daga
y el arrastrar de mis pies encorvando la espalda
siguen aplastando esta vida mía

Porque de las miserias de mi corazón son
de las que se alimenta mi vida.

Y el amor. ¡Ah...el amor!
cuantos poemas y versos
todos con hambre de pasión

"Un mundo por una caricia
un cielo por un beso tuyo
las estrellas por una mirada
y mi vida por tan solo un deseo"

Y yo me alimento
de las miserias de mi corazón.

Y el abismo que allí aparece
en la adolescencia temprana
cuando dices que nadie te quiere
y quien no te quiere...tan solo es tu amada

Pero duele, duele como si nadie te quisiera
ni madre ni padre ni amigos ni hermanos.

Y luego el tiempo te dice
que te enamoras mil veces
que el deseo y la pasión no terminan jamás
y cada vez que amas...
vuelve a ser virgen tu corazón
tu cuerpo, tu vida, tu alma.

Y yo me sigo alimentando
de las miserias de mi corazón.

Y en el anochecer temprano de mi vida
cuando ya parece que no llega nada
cuando pierdes la cuenta de las arrugas del alma
surge otra vez... otra vez,
y vuelves a vivir.

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nunca saben el porqué lo estamos...(quizás solo buscamos algo que hemos perdido.

domingo, 6 de mayo de 2012

Tengo que seguir


Tengo que seguir amando
así podré contra el odio
Tengo que seguir queriendo
así podré contra la apatía
Tengo que seguir caminando
así podré contra la letanía
Tengo que seguir viviendo
así podré contra mi agonizante muerte
Tengo que seguir.....
porque soy Lonconao
de la tierra que lucha para sobrevivir

Nuestra apariencia









Todas aparentamos, todas imaginamos
somos tan ingenuas, tan superficiales
niñas estúpidas, egoístas,
ignorantes y malcriadas
que pensamos que el mundo sigue
.... o se acaba
en función de si "ligamos"
con algún chico guapo en el colegio.

¡Qué probreza espiritual tenemos!
Me da pena saber que no soy
más que lo que aparento.

Somos impulsivas, arrogantes,
llenamos nuestra mente
como si fuera un diccionario
de frases escritas por otros ignorantes.

No nos importa la vida de los sabios
solo nos importa esa frase que dijo aquél,
y que ahora "hago mía"
quedando  ante los demás como sabia,
como una adulta pensante
cuando seguimos siendo
unas malcriadas, unas  ignorantes.

Y sigo leyendo novelas de seres poderosos que se enamoran de mí
"Oscuros"... "Hus Hus"... "Temblor"... "Crepúsculo"... "Ángeles caídos"... "The Fallen"... "Lestat"... "La hora del Ángel"... "Heraldos de la Luz"... y tantas más.

Casi todas ambientadas en colegios o en institutos, que es donde pasamos la mayor parte del tiempo,
olvidándonos que tenemos que estudiar, y yo  no me diferencio en nada de otras de mi edad,
que cuando se les pregunta  ¿qué estudias?, ¿qué te gustaría estudiar?,  dan las mismas respuestas que yo.

"Criminología"... "Forense".... "Sicología"....

Es que somos "muy inteligentes".

Solo sé que si Freud o Jung lo supieran, se reirían en nuestra propia cara, porque 
nuestra moral no está basada en principios y valores, sino en esas novelas de fantasías.

Pero leerlas no es malo a mi entender,
te desconecta algo de las estupideces que tiene la vida,
pero de allí a tratar de convertirlas en parte de nuestra realidad,
como si fuera nuestra vida.

¡Que gran pobreza moral tenemos!.

Porque mientras "vivimos" esas vidas, rechazamos los verdaderos y sabios consejos de quienes nos quieren ayudar en nuestra adolescencia,
y es a ellos y ellas a quienes tratamos de ignorantes.

¿Qué ignorantes son nuestros padres!! ¿no es cierto?.

Y ese amigo, que cuando estoy triste por no haber conseguido algún capricho,
me acerco para que me consuele, pero cuando estoy bien y felíz,
ni siquiera me acuerdo de él.

¡Es que es tan ignorante el pobre!.

Y lo más triste de todo esto, es que si nos preguntas a nosotras adolescentes,
te contestaremos que "esa historia" nos ha cambiado la vida.

¡Es que somos las adolescentes, tan inteligentes!!

La canción del mar






Fui a bailar en medio del mar
y este me dijo cruel y embravecido
que le había ido a robar
y me rodeó con sus olas
y puso en mi pelo espuma
y en mi cuerpo caracolas.

Y escuché su canto
su canto adolorido
su canto que era llanto
por haber perdido a su amor.

Y rodeó mi cintura y besó mis labios
y bailé con sus olas y canté con él
y se enamoró de mí y me enamoré de él
y se quedó conmigo, y me quedé con él.

Gracias a la vida







Una vez yo quise amar
dos veces fuí rechazada
tres me quise matar
cuatro días acongojada
cinco miradas furiosas
seis veces me asesinaron
siete escribieron poemas
ocho los destrozaron
nueve razones tenían por
diez que no apelaron
once fueron los fieles de
doce que se juntaron
trece es de mala suerte
catorce lo confirmaron
quince es problema de renta
dieciseis los que cobraron
diecisiete los años felices
dieciocho ya hay más libertad
diecinueve la gloria no llega
veinte años pronto llegará
veintiuno por fin es mi vida
veintidos ya soy toda mujer
veintitres canciones cantaron los
veinticuatro que un día... me amaron

Yo también soy Lonconao







Porque me levanto en el tiempo
y aunque tengo pómulos altos
conocí hoy de donde vengo,
de mi pueblo, con mi canto.

Hoy me convierto en copihue
en los pinos de los cerros
en la nieve de mis montañas
en guerrera de los tiempos

Porque me hervía la sangre
porque mis manos temblaban
porque no soy rubia ni alta
tengo los pómulos altos
y mis ojos achinados

Porque yo también soy Lonconao

Me has llegado al corazón


Hace unos días, cuando pasaba por delante de ti,
tu le comentaste al amigo con el que en ese momento estabas charlando, y le dijiste.- refiriéndote a mí.-
¡Mírala!.... Es la chica más linda que he visto nunca.

Yo te escuché, pero no giré mi cabeza para mirarte... no quería que vieras mis mejillas como se sonrojaban.

Sé que lo dijiste en voz alta para que yo  escuchara

Tú no lo sabes, pero tus palabras me hicieron sentir tan importante, me hicieron sentir hermosa.

Alguna vez ya nos habíamos cruzado,
y te conocía de vista,
sabía que eras mucho mayor que yo,
pero ese día que dijiste esas palabras....
llegaste a mi corazón.

Hace unos días, cuando paseaba a mi amiguito (mi perrito), te vi que estabas sentado en el bordillo de una escalera en un pequeño jardín que hay en esa rotonda cerca del río.

Y aunque mi corazón palpitaba a cien por hora, me hice la valiente y me senté cerca de ti, te miraba de reojo como no dando interés al momento, y noté que tu también lo hacías.

Estaba nerviosa, pero sentía un calorcito en mi corazón que me llenaba de dicha.

Y me atreví.... no se como... pero me atreví.... a preguntarte la hora

" Me dices la hora".

Y tú  sin decirme palabra abriste tu cartera que colgaba de tu cintura y sacándo el celular  miraste en él la hora.

Dijiste algo como que no podías verla bien por el reflejo del sol y acto seguido te pusiste las gafas de aumento para ver mejor.


Aún así no podías verla y  alargaste tu brazo con el celular en tu mano y me lo tendiste diciéndome :
"Mírala tu, que yo no la puedo ver bien"

Y tomé tu celular en mi mano, y con delicadeza lo acaricié sin que te dieras cuenta, quería sentir tu piel, quería sentir la calidéz de tus dedos cuando pulsaban las teclas.

Tenía algo tuyo en mis manos, y me sentía dichosa.

Cuando vi la hora, me preguntaste que  qué hora marcaba, y te contesté : "las seis cincuenta y cinco.... casi las siete".

Y alargué mi brazo y tu celular pasó de mi mano a la tuya, y aproveché de rozar tus dedos.

¡Si tú supieras lo que sentí!.

¡Sí!... sé que aún soy una adolescente,
y tu eres mucho mayor que yo, pero....
¡Si supieras lo que sentí!!.

¡Si!...
También es cierto que yo podía ver la hora en mi celular, sin tener que preguntarte a ti,
pero.... ¡Si tú supieras lo que sentí!

Sé que algún día de estos, nos volveremos a cruzar,
y sé que tú, me dirás "Hola", y yo te contestaré...
¡Hola",
y me preguntarás como se llama mi amiguito de cuatro patitas,
y yo te contestaré que se llama "Chispita" y que es una chica..

Y querré seguir charlando contigo,
pero no sabré que decir,
porque mi corazón estará a mil,
y tu sabiéndolo,
para no hacerme sentir azorada,
te despedirás regalándome una hermosa sonrisa, diciéndome...
"Hasta otro día".

Y te veré alejarte,
y me quedaré un momento sin hacer nada,
viéndote...
y te veré hermoso, como te veo ahora....

¡Sí!... eres mucho mayor que yo,
pero estás llenando de dicha mi corazón,
porque haces que me sienta hermosa
por dentro de mi vida.

Y estos días sueño contigo,
y te voy anhelándo,
y cuando salgo a la calle,
camino por donde tu has caminado
con la esperanza de volver a verte
y que tu al "encontrarte conmigo" me digas
"Hola", y yo contestarte...
"Hola", y en mi corazón decirte...
"Hola mi amor".

Solo un fragmento del dolor


El Pan Negro


Os habéis adentrado en un desierto
armados hasta los dientes,
con dardos impregnados del veneno de la maldad,
espadas con el filo de las calumnias,
flechas lanzadas con la fuerza
que produce la tensa cuerda de la soberbia,
disparos cargados con la certeza del odio,
vuestros pies calzados con las botas del orgullo,
y vuestras alforjas,
llenas del pan con que os alimentáis
mientras os adentráis en este desierto.

Pan amasado en la oscuridad de noches de tormentas,
cubiertas de negras nubes,
de las que habéis cogido la negra harina de los celos,
y mientras vertéis en ella la sal de la avaricia,
os regocijáis de vuestro inminente triunfo
dejando la masa fermentar después de vaciar en ella,
toda la levadura de vuestro cinismo,
y pedís ayuda por todos lados,
para calentar el horno que habéis encendido,
y después de cocido,
arrancando de mi corazón la harina
blanca de mi  inocencia,
cubrís ese negro pan con ella,
y lo enseñáis al mundo como si vuestros corazones
fueran los más puros,
y enseñáis al mundo,
el amargo  ajenjo que bebéis,
como si fuese agua refrescante y cristalina,
y el mundo os aplaude reflejándose en vosotros,
y alzando las manos todos al unísono decís:
¡”Que buenos somos”!. 


Pero la vida hace que siempre salga la verdad,
tal como después de una noche negra y profunda,
así como va amaneciendo  poco a poco,
tal como aclara el día,
así va saliendo la verdad,
solo hay que estar despierta
y esperar que salga el Sol,
ese mismo Sol  que acaricia con sus rayos los corazones oprimidos,
es el mismo que se convierte en fuego abrasador que derrite la soberbia,
solo que a veces parece que tarda tanto en amanecer.

Y tú, si tan ciega eres, justicia, como dicen por ahí,
¿Por qué entonces no usas tus manos
para arrullar mi corazón,
y esperar tranquilo que amanezca el día,
y levantarme y salir al balcón de la vida y respirar,
respirar, respirar....?