jueves, 4 de agosto de 2011

Transluce la noche...lentejuelas doradas



Porque transluce la noche
como seda negra con lentejuelas plateadas
que cubren el tiempo la vida y la distancia
porque te hacen más viva,
porque te hacen más cercana
porque  el Lobo la mira y se refleja en su mirada
porque un lenguaje nuevo…
un respirar profundo
un aliento que llena los rincones de mi alma
una sonrisa que llega desde el final de los tiempos
un inhalar tu aliento tu respirar y tu cuerpo
un sentido a la vida un mundo en un momento
que marca en tu cintura  en tus pechos y en tu cuerpo
el fulgor de tus ojos que parecen universos.


Porque la noche se esconde tras la sombra del Lobo
que guarda los secretos de miles de tiempos
allí donde tu marcas en mis ojos tu mirada
allí donde tu boca me dice que me ama.

Porque nunca habrá caminos  que no pise el Lobo
dejando su huella en la vida de cada destino
subiendo montañas, corriendo los campos
cruzando los mares…. para llegar a ti.

Porque esa noche mis manos,
en tu cuerpo rebuscaron donde posarse para  descansar.

¡Si!... ya sé que una de ellas  
la puse entre tus piernas, pero...

¿Te distes cuenta cómo te acaricié?

¿Te diste cuenta acaso…. como te amé?

Besé cariñosamente tu cabecita,
tu frente, tu nariz,
y a medida que mis labios se posaban en los tuyos,
un ardor comenzó a invadir mi cuerpo,
en realidad no supe si eras tu o era yo…
pero uno de los dos ardía de pasión.

¿O éramos los dos?

Cuando llegué con mi boca a tu cuello…

¡Es que amor, si supieras!
me es imposible rechazar tu entrega…
esa sensación que me produce
cuando siento en mis labios latir tus venas.

Y cojo tus manos con las mías
y las llevo hacia los costados de tu cabeza
y allí las atenazo,
las aprisiono.

¡Hoy… hoy  quiero yo… hacerte mía!!

¡Quiero sentir tu desafío!.
¡Quiero sentir tu revuelo!
¡Quiero esa lucha enconada por sentirte mía!

 ¡Quiero que tus piernas se abran
como obeliscos vencidos!

¡Quiero ver en tus ojos la furia del deseo!

¡Quiero que tus pechos sean…
el botín de mis anhelos!

¡Hoy….hoy quiero yo… hacerte mía!

¡Que entornes tus ojos!.
¡Que tu pelo se enrede!

¡Que tu boca grite… no gima!.
¡Quiero sentirte mía!.

¡Que tus piernas sean remos, y tú…
tú, una barca a la deriva!
¡Quiero que respires de mí… la vida!

¡Hoy… hoy  quiero yo… hacerte mía!

¡Quiero furia en tu cuerpo!
¡Lava ardiente en tus venas!

¡Que defiendas tus huellas…
las que están sobre  las mías!

¡No te quiero hoy doncella, ni reina ni princesa!

¡Hoy te quiero mujer… una Loba de presa!

¡Porque hoy…
hoy quiero yo…. hacerte mía!


¿Te diste cuenta  anoche amor…. como te amé?

Porque estabas dormida… ¿no es cierto?
¿o no?

Porque me atenazaste con tus piernas
y caí rendido ante tus pechos

tus gemidos eran pasión…
tus gritos eran deseos

tus caderas se movían  como dunas del desierto
tu vientre era un vaivén…. es que eras puro fuego
es que eras puro fuego.

Pero en un momento sentí  tu cabecita en mi pecho
tus mejillas sonrosadas…
tu pelito revuelto
tus manitas aferradas a mi espalda…
como diciendo:
“quiero estar contigo así…
por los tiempos de los tiempos”

y acaricié tu vida, y acaricié tu tiempo
mientras tu boca me decía:

“YO TE AMO . YO TE QUIERO”

Pero…
¿estabas dormidita, no es cierto?
¿o no amor mío?

Hoy los versos me hacen daño porque...



mis piernas que caminan hoy las siento ya cansadas
ya no corren ya no andan son las cuerdas que las atan
y los dedos de mis manos ya no rasguñan la entrada
se han gastado en el camino tocando puertas cerradas.


Y esta tierra que me llama y me invita a su morada
me abraza me besa y me calma como si fuera mi amada
y los versos me hacen daño porque salen desde el alma
y no tengo más silencios... solo gritos que desgarran.


Y mi sentir primero
desde donde me llama la vida
se ríe de mi amargura
porque hoy... otra vez hoy
quiero sentir ... que muero.

Hoy... hoy otra vez quiero

Y es que el tiempo se me acerca ahora que es de madrugada
trae en su mano dos platillos y en la otra una balanza
en uno pone mis penas en el otro pone mi alma
y su boca es una mueca que se ríe en la distancia.


Me falta el aire y me ahogo y me quema la garganta
y mis ojos ya se cierran   y mis pupilas se dilatan
porque va por el camino la que se llevó mi alma.


Pero el tiempo no detiene su caminar tranquilo
y me muero y me desangro entre la montaña y el mar.
Devuélveme la vida que es el dolor que yo tengo
devuelve mis ilusiones... enséñame a respirar.


Que te has perdido en el camino y se me cierra el horizonte
porque no hay adiós sin un destino porque mi cuerpo se rompe
y los versos me hacen daño como clavos que se entierran
y traspasan mis entrañas y se hunden en la tierra.


Y mi espalda ya se rompe y mi cabeza ya revienta
y los dedos de mis manos ya se pudren con mis venas
es que los versos me hacen daño
y me hieren... y me queman
por eso en esta madrugada
otra vez hoy... quiero sentir que muero.

Hoy vuelvo a sentir......




Es que mis versos son llagas que nunca se sanan
que me llenan el cuerpo y traspasan mi alma
porque mi agonizar es lento
como lenta es la calma
que desgarra en pedazos 
todas mis palabras.


Es que me hace daño tu vida
y me hace daño la mía
porque me asfixio en mi pena
más lento cada día.


Por eso esta noche en que brillan las estrellas
el silencio de pie se pone para aplaudir mis penas
y te llamo y te nombro y te espero
y te miro desde lejos sabiendo que me iré
para volver a sentir... que muero.

Hoy quiero sentir mi grito




Y la tierra va cubriendo poco a poco mi cabeza
y a mis oídos entra para acallar el silencio
mientras mis párpados se cierran con el peso de la vida
mis pupilas van buscando un lugar... una salida.


Y mi boca entumecida
por la que respira mi alma
se me agrieta entre los dientes
y lastima mi garganta.


Y ese grito que no sale
mientras mi alma se rompe
se va llenando de silencios
y se esconde en los rincones.


Porque me duelen los versos
porque estoy de rodillas
porque la estoy perdiendo
porque de noche y de día
hoy yo...
hoy quiero sentir que muero.