Una
piedra en el corazón primero
luego
un deshacer de sentimientos
la
fiebre se hace dueña de mi cuerpo
mis
rodillas que nunca se doblaron...
tiemblan
se derrumban se inclinan.
Y
un latir rápido, como martilleos troquelando hierros
y
luego, un sentir profundo de estar muriendo,
se
retuerce, se endurecen los ligamentos que
se
anudan para llenarse de desesperación,
y
ese vacío del estómago que no deja ni un momento.
¿Cómo
explicar ese cosquilleo que envuelve los pies
y
los adormece y los cansa y los vence?.
¡Si!
12
+ 9 pero ¿Qué hago con ello mi pequeña?
¿Será
acaso que me he acostumbrado a
sentir
el peso de la vida
esa
que me aplasta,
esa
que me horada las sienes
esa
que me ahoga y me va asfixiando cada noche
esa
que desmenuza mis huesos y los desparrama
por la tierra
mientras
mi garganta se atraganta
con
trozos de pedruzcos...
que
llevan tu nombre
y
se meten en mis venas
y
revuelven mi sangre
y
me vuelvo necio queriendo rescatar una mirada,
un
instante, un momento, creyendo que los demás...
saben
de ti.
Porque
en el respirar profundo de mi vida,
eres
la única razón de mi vivir,
porque
nunca dejarás de ser mi primer latido
porque
cuando naciste, recién allí supe yo...
que
vivía.
Y
me volví estúpido para preguntarle a los sabios
con
tal de que me dijeran algo, tan solo algo... de ti.
Y
me volví más estúpido para preguntarle a los necios
con
tal de que me dijeran algo, tan solo algo... de ti,
y
mis burdas riquezas las consideré como nada
con
tal de que me dijeran algo, tan solo algo... de ti.
Porque
si vuela un ave por los cielos
allí
voy yo detrás de ella, por si ella me lleva... a ti
………………………
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